miércoles, 25 de enero de 2017

Horizontes lejanos

En una sociedad globalizada como la actual, los límites entre lo físico y lo material se diluyen, al igual que las fronteras entre países. Esta es la razón de que sea cada vez más necesario tener una mentalidad abierta y ser capaz de adaptarse a los cambios del mercado, siempre con vistas a una expansión que puede llevarnos más allá de nuestro país.


Tanto para elegir nuestros estudios y cómo enfocar nuestra carrera profesional como para plantearnos el futuro de una empresa recién nacida, actualmente hay que prepararse para trabajar en entornos internacionales. Os damos las claves para el éxito:


-Idiomas: Un pilar básico es la comunicación, por lo que ser capaz de hablar en la lengua de nuestros clientes o posibles inversores es fundamental. Evidentemente, no es posible tener amplios conocimientos en todos los idiomas, por lo que os aconsejamos contar siempre con un buen traductor o intérprete, especialmente para documentos y contratos internacionales, así como para reuniones clave.


-Nuevas tecnologías: Para que la comunicación de una red con puntos en diversos países sea fluida, las nuevas tecnologías son básicas. Desde el marketing con vocación internacional hasta estar conectado 24 horas para adaptarse a los horarios de todas las personas con las que trabajamos son imprescindibles. Resolver un problema rápido y con eficacia puede marcar la diferencia.


-Adaptabilidad: El mundo es cada vez más global, pero las tradiciones siguen ahí. Códigos culturales tan básicos como la manera de saludar a alguien en una reunión o el color, forma o tamaño del packaging de nuestro producto pueden ser decisivos para el éxito de nuestra empresa. Por ello, hay que conocer la cultura del mercado al que nos dirigimos, para ser respetuosos y, sobre todo, entender a nuestros clientes para darles el mejor servicio y crear lazos duraderos.


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