Emprender es siempre un riesgo, pero existen algunos trucos
para que el proceso sea un poco menos duro, al menos en apariencia. Ese es el
caso de decidirse a montar una
franquicia, un negocio con ciertas garantías.
Según la definición de la RAE, una franquicia es una “concesión de derechos de explotación de un
producto, actividad o nombre comercial, otorgada por una empresa a una o
varias personas en una zona determinada”.
Son muchas las franquicias rentables
y de éxito en España y esta se postula como una opción ideal para la inversión, aunque no exime de un duro
trabajo.
Según podemos leer en este artículo de El Economista, ‘Lafranquicia, un refugio para los jóvenes que apuestan por emprender’, “desde
2008 hasta el cierre de 2015 el
crecimiento global de redes franquiciadoras en España ha sido del 40,8%,
según la Asociación Española de Franquiciadores (AEF)”. Estos datos demuestran
que las franquicias son un nicho de
mercado en expansión y con grandes posibilidades de negocio y éxito para
animarse a emprender.
Sin embargo, estar al amparo de una firma conocida no es la
panacea, requiere también esfuerzo y el conocimiento del sector en que esta se
ubica, pues las hay para todos los gustos. Así que ya sabes: hostelería,
belleza, moda, restauración… casi cualquier campo te puede ofrecer la opción de
formar parte de una gran industria desde el inicio de tu emprendimiento.
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