Todos tenemos una camisa que no nos ponemos nunca y está casi nueva, una bicicleta estática oxidándose en el trastero, quizás un coche aparcado durante los meses de vacaciones o puede que, incluso, un piso en la playa al que sólo vamos cuando hace buen tiempo.
Pues para sacar provecho de todas esas inversiones que parecen derrochar dinero como cuando un coche pierde aceite ha nacido un concepto surgido a través de internet llamado Consumo Colaborativo. Uno de los mayores exponentes de este negocio es Brian Chesky, fundador de Airbnb y que promueve un circuito hostelero alternativo en el que las casas de otros particulares servían a turistas para sus visitas temporales de vacaciones.
Así, la idea del Consumo Colaborativo reside en crear una plataforma que ofrezca ese servicio. Servir de puente y facilitar la vida tanto a los que ofrecen como a los que demandan. Planteate ¿Qué puedes ofrecer tú como negocio? Puedes publicitar, aglutinar, ordenar, vender, dar una garantía en forma de seguro y encárgate de la logística.
Luego, busca potenciales clientes, incluso grandes empresas que pueden querer aprovecharse de los reducidos costes que puede suponerle un servicio de este tipo.
El Consumo Colaborativo es ya una realidad que empieza a expandirse en España. Una oportunidad de negocio que un emprendedor debe saber ver.
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