martes, 28 de abril de 2015

Comunicación, redes sociales y emprendimiento

A pocos de vosotros le van a contar a día de hoy en qué consisten las redes sociales. Cómo se usan, para qué sirven y la efectividad que tienen a la hora de transmitir mensajes no es ningún secreto para cualquiera que haya sido usuario estándar de Twitter, Facebook, Instagram o cualquier otra plataforma.

Ahora ¿Puedo trasladar toda esa experiencia navegando por Internet al éxito empresarial? ¿Es posible sacar rentabilidad de todas las horas que he pasado delante de la pantalla, siendo receptor de mensajes en redes sociales? Evidentemente.

Hay estudios que afirman que el 81% de las PYMES ya utilizan las redes sociales como herramienta habitual y, además, el 61% de ellas afirman que son efectivas a la hora de cumplir sus objetivos.

Si bien es cierto que no es lo mismo ser receptor pasivo, como usuario corriente de las redes sociales, sí es verdad que, utilizando un ojo crítico, podemos volcar todo ese conocimiento que hemos adquirido como 'fans' de las RR.SS. a la hora de promocionar nuestra marca o nuestro negocio.

Sin embargo, es peligroso adentrarse en el mundo de las redes sociales sin un plan concreto o una base sólida a la que atenerse. Existen, para esto, multitud de alternativas a la hora de formarse en cómo sacar el máximo provecho a las redes sociales en materia de emprendimiento. Desde webs, blogs o vídeos en Youtube hasta libros, como el de Manuel Moreno: El Gran Libro del Community Manager.


Y subrayamos este aspecto, el de la formación, porque puede resultar contraproducente lanzarnos a ese inmenso mar que es Internet sin un conocimiento sobre lo que estamos haciendo. Y no hablamos de materias básicas, de cómo registrarse, lanzar mensajes, publicar vídeos o retuitear, sino de cómo elaborar mensajes adecuados para el objetivo preciso que buscamos. Toda una ardua tarea que hace que los expertos más reconocidos se devanen los sesos.

Por eso, el mejor consejo que podemos dar desde aquí es el de acudir a expertos, formarse o delegar esa responsabilidad en profesionales de la comunicación. Pero más importante aún es no dejar de lado Internet, las redes sociales ni el trato directo con nuestros potenciales clientes. Eso sí, con criterio.

Luis F. BonillaConsultor de Comunicación. Consultora Contraportada.

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